SINOPSIS
Al inspector jefe Chen Cao del Departamento de Policía de Shanghai se le ofrece una semana de vacaciones en un resort de lujo cerca del lago Tai; una semana en la que podrá relajarse y descansar sin molestas interrupciones.
Desgraciadamente, el otrora hermoso lago Tai, famoso por sus aguas cristalinas, está cubierto por algas fétidas y sus aguas contaminadas por los residuos tóxicos de las fábricas locales. Cuando el director de una de las plantas industriales responsables de la contaminación es asesinado, la policía local sospecha, de inmediato, del líder de un grupo ecológico. El inspector Cao deberá andarse con pies de plomo si quiere descubrir la verdad oculta tras el brutal asesinato.
Un asesino en serie acecha a las jóvenes de Shanghai. Sus crímenes han creado gran revuelo en la prensa y entre los ciudadanos, sobre todo porque suele abandonar los cadáveres de sus víctimas enfundados en un vestido muy llamativo, rojo y de estilo mandarín. Precisamente cuando el caso empieza a cobrar dimensiones alarmantes, Chen Cao, el inspector jefe del Departamento de Policía de Shanghai, está de permiso: acaba de matricularse en un máster sobre literatura clásica china en la Universidad de Shanghai. Pero en el momento en que el asesino ataca directamente al equipo de investigadores del Departamento, a Chen no le queda más remedio que volver al trabajo y participar en las pesquisas. Mientras intenta atrapar al asesino antes de que se cobre nuevas víctimas, irá descubriendo que la raíz de estos asesinatos se remonta al trágico y tumultuoso pasado reciente del país.
El inspector jefe Chen Cao se encuentra en una situación delicada: dado que es uno de los policías más respetados de Shanghai, el Partido le encomienda cerrar el caso de la turbia muerte de Zhou Keng, quien dirigía el Comité para el Desarrollo Urbanístico de Shanghai cuando varias de sus prácticas corruptas se denunciaron en internet. Tras ser despojado de su cargo y sometido a una detención extrajudicial, al parecer Zhou se ahorcó mientras se encontraba bajo custodia. Pese a que los dirigentes del Partido aguardan con impaciencia que la muerte de Zhou sea declarada suicidio y que el célebre inspector jefe Chen avale dicha conclusión, algunas piezas no encajan en la secuencia de acontecimientos. Chen tendrá que decidir: o renuncia a que se haga justicia, o investiga la muerte de Zhou como posible asesinato, con lo que se arriesga a incomodar a los poderes fácticos y, por tanto, a poner en peligro su propia carrera profesional y política.
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